El Control del cuerpo...
y del espíritu,
de los Monjes Shaolín
El monasterio de Shaolín (del Chino; Pinyin, del Cantonés: Siulam) significa "el monasterio del bosque joven o bosque nuevo" es un templo budista, situado en la provincia china de Henan y famoso por su relación con el budismo Chan (Zen) y la conexión con las artes marciales de China (Kung Fu). Es, probablemente, uno de los monasterios budistas más famosos en occidente; conocido más por su arte marcial o Shaolin Chuan que por el propio budismo.
En el templo de Henan, se desarrolló una forma particular de práctica religiosa integrada al entrenamiento del complejo arte marcial, que se extendió más allá del templo. Con el paso de los siglos, otros templos fueron integrados a la orden Shaolín, que es símbolo de una paradójica unión entre un sistema de lucha (que incluye golpes con puños, patadas, imitación de animales y uso de armas) con el concepto de no violencia. El Budismo tiene como centro de sus enseñanzas el principio de Áhimsa (la no violencia), y el vegetarianismo.
Los shaolín, afirmaban que ellos nunca usaron la violencia, tal y como ellos la entendían, cuando a un shaolín se le hace una "ofrenda de violencia", éste simplemente, la rechaza y devuelve la ofrenda, a aquél que se la dio. Así pues, un shaolín, nunca debería ser un atacante, sin embargo, él podría contraatacar con sus más devastadores métodos de defensa.
En un principio, el monje, debería intentar evitar el ataque, bloquearlo, intentar disuadir al agresor y finalmente si era necesario, devolverle su ofrenda con la intensidad que le ofrecía su atacante. Si el enemigo era potencialmente habilidoso en el arte de la lucha, y estaba totalmente decidido a causar daño, los monjes no debían esperar dos veces al ataque, sino contraatacar a la primera con algo más definitivo, como una luxación, una estrangulación, un rompimiento... o la muerte. Cuanto más sofisticado y violento fuera el ataque, más devastadora sería la respuesta hacia el atacante. Los monjes budistas shaolín, no querían dañar a nadie, simplemente rechazaban y devolvían el envío de la violencia.
Existen numerosos estilos de Wushu, pero el más importante en términos de organización, métodos de entrenamiento y moralidad fueron desarrollados en el monasterio budista de Shaolín.
Comprueba cómo ha sido capaz de controlar su cuerpo y su energía este anciano
En el templo de Henan, se desarrolló una forma particular de práctica religiosa integrada al entrenamiento del complejo arte marcial, que se extendió más allá del templo. Con el paso de los siglos, otros templos fueron integrados a la orden Shaolín, que es símbolo de una paradójica unión entre un sistema de lucha (que incluye golpes con puños, patadas, imitación de animales y uso de armas) con el concepto de no violencia. El Budismo tiene como centro de sus enseñanzas el principio de Áhimsa (la no violencia), y el vegetarianismo.
Los shaolín, afirmaban que ellos nunca usaron la violencia, tal y como ellos la entendían, cuando a un shaolín se le hace una "ofrenda de violencia", éste simplemente, la rechaza y devuelve la ofrenda, a aquél que se la dio. Así pues, un shaolín, nunca debería ser un atacante, sin embargo, él podría contraatacar con sus más devastadores métodos de defensa.
En un principio, el monje, debería intentar evitar el ataque, bloquearlo, intentar disuadir al agresor y finalmente si era necesario, devolverle su ofrenda con la intensidad que le ofrecía su atacante. Si el enemigo era potencialmente habilidoso en el arte de la lucha, y estaba totalmente decidido a causar daño, los monjes no debían esperar dos veces al ataque, sino contraatacar a la primera con algo más definitivo, como una luxación, una estrangulación, un rompimiento... o la muerte. Cuanto más sofisticado y violento fuera el ataque, más devastadora sería la respuesta hacia el atacante. Los monjes budistas shaolín, no querían dañar a nadie, simplemente rechazaban y devolvían el envío de la violencia.
Existen numerosos estilos de Wushu, pero el más importante en términos de organización, métodos de entrenamiento y moralidad fueron desarrollados en el monasterio budista de Shaolín.
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Se dice que Bodhidharma o Da Mo (*) desarrolló más de 100 movimientos de artes marciales Shaolín, como antídoto al letargo que les producía a los monjes la meditación.
El término Kung Fu significa práctica y habilidad o entrenamiento y habilidad, lo que se adquiere con el tiempo, y tuvo sus principales exponentes en el templo Shaolin, el Maestro Ta Mo (Bodhidharma) enseñó a los sacerdotes el arte de la defensa personal.
La vida era dura para fortalecer el cuerpo y el espíritu.
El templo de Shaolín y sus monjes guerreros legendarios han dado luz e inspiración a los estilos más renombrados de las artes marciales en todo el mundo. El Shaolín Kung Fu se consideró uno de los tesoros culturales de China y su presencia se puede sentir por todo el mundo, como una forma de autodefensa que se ha practicado durante más de 1.500 años.
Shaolín Kung Fu y su fusión con el Budismo Chan (Zen) crea una forma de arte que promueve el equilibrio interior.
No te pierdas esta exhibición de un niño y un anciano Shaolín
(*) Bodhidharma o Da Mo, Ta Mo. Monje hindú, vigésimo octavo patriarca del budismo y primer patriarca y fundador del budismo Zen.
Fuente: www.wikipedia.org
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